Logística inversa del plástico

La logística inversa es aquella que facilita una creación de canales de recogida de residuos. Estos canales son totalmente selectivos: sean industriales, de equipos electrónicos, de construcción… traslada materiales desde el consumidor, o usuario, hasta el fabricante. 

Esta logística inversa es un tipo de estrategia que consiste en recuperar y reciclar residuos (envases, embalajes y/o residuos peligrosos) originados por cualquier actividad de consumo o productivo. En otras palabras, es un proceso de retorno de materiales.

El reciclaje

El proceso de reciclaje es, por lo tanto, parte de la logística inversa y se conoce como aquel proceso para aprovechar de nuevo diferentes materiales y así ser utilizados como materia prima en otros procesos de fabricación de productos. Por lo general, este proceso verde produce cierta pérdida de los mismos debido a la mezcla de materiales o a su propia degradación.

A pesar de ello, el reciclaje es señalado como una de las mejores opciones y también de las más prometedoras para un futuro mejor y también para resolver el problema de exceso de la generación de residuos.

El reciclaje se encarga de alargar la vida de las materias primas de aquellos productos que no son susceptibles de ser recuperados, reparados o remanufacturados. Se trata de la alternativa de recuperación.

¿Qué se recicla en la logística inversa?

Generalmente, la logística inversa puede trabajar de nuevo con materiales como:

• Cualquier tipo de producto sin usar.
• Cualquier producto que esté usado o sea obsoleto.
• Diferentes tipos de embalajes (tanto de transporte, como de almacenaje).
• Cualquier tipo de residuos o piezas usadas.

Embalaje sostenible

El packaging verde o embalaje sostenible se refiere a un embalaje más sostenible. Entre sus objetivos están: reducir el uso de residuos tóxicos, potenciar el uso de materiales reciclados y reciclables para el transporte, reducir la cantidad de envases producidos y reducir costes en el sector del envasado para transporte.

Los envases PET

El proceso de reciclado de los envases de PET se consigue por medio de dos métodos: el químico y el mecánico. A estos se les debe sumar la posibilidad de recuperación energética. El primer paso para el reciclado de estos plásticos es su selección, desde residuos procedentes de la recogida selectiva o de la recogida común. En el caso de la recogida selectiva, el producto recogido es de mayor calidad, gracias a una mayor limpieza.

El reciclado químico

El reciclado químico es aquel que se realiza a través de los procesos de metanólisis y glicólisis. Estos se llevan a cabo a escala industrial. En ambos casos, tras procesos mecánicos de limpieza y lavado, el PET se deshace y se separan las moléculas que lo componen para poder ser empleadas de nuevo en la fabricación de PET.

El reciclado mecánico

El reciclado mecánico es aquel con el cual se obtiene un producto final de menor calidad, en comparación al químico. Con este método se puede obtener PET puro incoloro para ser destinado a bebidas refrescantes, agua, aceites… O el PET puro azul ligero, usado para envases de aguas. Lo que quiere decir que se usan ambos métodos.

El plástico biodegradable

En el mundo científico se han ya encontrado varios métodos para poder fabricar plástico biodegradable. Lo que debe ocurrir ahora es encontrar el término justo entre durabilidad y rápida descomposición.

Un método para fabricar estos plásticos es por medio de la utilización de bacterias. Por ejemplo, estas convierten los residuos de la producción de azúcar en ingredientes para pinturas. Otro ejemplo, es un proceso especial que funde al almidón de maíz con agua que luego se endurece y se convierte en plástico PHBV.

Por ahora, estos nuevos procesos son caros debido a que se tarda mucho tiempo en fabricar las maquinarias necesaria. Sin embargo, el plástico biodegradable será el tipo de plástico más económico, mayor que el producido por el petróleo.