¿Cómo se transportaban las mercancías en el siglo XIX?

Una nueva manera de transportar mercancías en el siglo XIX. La aparición de nuevas formas de vida nuevas se dieron en las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX. Estas suponen una increíble transformación económica y social, que daría lugar a la Revolución Industrial.

En la segunda mitad del siglo XIX dicha revolución se dio en transportes y viene marcada, sobre todo, por la máquina de vapor  a los barcos y ferrocarril.

Contexto histórico

En la segunda mitad del XVIII inició la primera revolución industrial en Inglaterra y se fue extendiendo al resto de los países europeos. Mientras que la segunda revolución inició hacia el final del siglo XVIII y se caracteriza por nuevos descubrimientos científico técnicos. El despegue económico y la transformación del modelo de producción son características fundamentales de la vida económica durante esta época.

Este proceso condujo a la sociedad desde una economía tipo agrícola tradicional hasta una economía caracterizada por procesos de producción casi totalmente mecanizados para fabricar a gran escala. Lo que quiere decir que la economía que estaba basada en el trabajo manual fue reemplazada por una economía dominada por la industria y la manufactura.

Lamentablemente esta evolución de la economía tuvo lugar a costa del descontento de los trabajadores quienes se expresaron en contra de la industria culpándola del desempleo y de sus malas condiciones de vida.

Transporte de mercancías en el siglo XIX

La Revolución Industrial no hubiese tenido éxito sin el desarrollo de nuevos medios de transportes, que hicieron llegar las mercancías en el siglo XIX producidas en la fábrica hasta los mercados donde las consumían los clientes finales. Estos nuevos transportes son necesarios tanto para el comercio nacional y como para el comercio internacional.

La navegación a vela dominó durante un tiempo más los mares hasta que los barcos a vapor aparecieron y superaron los inconvenientes de los anteriores. El problema principal del almacenamiento de carbón era que, para alimentar la máquina de vapor, ocupaba demasiado espacio en los barcos y disminuía la carga comercial que se podía transportar.

Sin embargo, esto tuvo solución y se solucionó creando puestos de abastecimiento de carbón en las diferentes rutas marítimas. Y una vez que se empezó a utilizar la hélice, los barcos a vapor resultaron el medio de transporte por excelencia, sobre todo para las grandes travesías.

El desarrollo del ferrocarril fue, sin lugar a duda, la gran empresa del siglo XIX. Las consecuencias de su  uso fueron enormes para la economía del momento, facilitando tanto el transporte de mercancías en el siglo XIX como la importación y la exportación. Por lo que, desde el punto de vista industrial, el ferrocarril impulsó de manera considerable su producción dando paso a más mano de obra que equivalían a muchos nuevos puestos de trabajo.

La nueva sociedad

Desde el punto de vista social el desarrollo del ferrocarril facilitó la movilidad de las personas y también agilizó el proceso de globalización mezclando diferentes costumbres. Además del transporte de tropas hacia sus bases militares durante las épocas de guerra.

La revolución en el transporte produjo el desarrollo de las comunicaciones mediante la construcción de carreteras, facilitando entonces el proceso de emigración. Por lo que, las ciudades empezaron a crecer. La mayor parte de las fábricas se situaban a las afueras de las ciudades y por ello muchos campesinos emigraron en busca de trabajo, tanto para las ciudades como fuera del país.

Otros avances, además del transporte de mercancías en el siglo XIX, ligados a la revolución industrial que cambiaron totalmente la vida cotidiana son: el teléfono, el correo, el telégrafo y la prensa rotativa.