Cadena de suministro: crisis, causas y posibles soluciones

Los últimos tiempos han sido, en especial, significativos para la economía mundial. La recuperación de la economía global ocasionada por los cambios producidos por la pandemia hacen revisar, replantear y revalorar la cadena de suministro. Es decir, se afronta un nuevo reto que exige flexibilidad y nuevas propuestas logísticas para sobrellevar los efectos de la crisis.

Cadena de suministro y la crisis

Podemos decir que la crisis de la cadena de suministros se presenta a nivel mundial como una consecuencia de la globalización. Las disrupciones en la cadena de suministros se hacen palpables en el colapso de puertos, en el alto costo de las materias primas, en la escasez de chips y, sobre todo, en la falta de transportistas. 

Todo esto tiene su origen en la pandemia del coronavirus. La crisis en la cadena de suministros no está originada por una única causa en  particular sino en las dificultades varias que se generan durante y aún en etapa post pandemia.

La fluidez en las entregas se ha visto muy afectada lo que exige tomar medidas y alternativas de solución podemos describir algunas:

• Reactivación del consumo: Contradictorio y hasta paradójico pero la reactivación del consumo es una de las principales causas de esta crisis. El crecimiento de la demanda de productos y servicios inaccesibles durante la pandemia y sus restricciones así como el ahorro producto de estar y trabajar desde casa, impulsó el alto consumo del sector privado, exigiendo además un tipo de adecuación a la demanda que se ha visto afectado a nivel global, donde se incorpora a un sector de consumidores más jóvenes con dinámicas de exigencias diferentes que han impulsado un sector del mercado muy deprimido durante la pandemia
• La escasez de contenedores: No son suficientes los contenedores marítimos existentes para el transporte de materias primas y productos terminados, debido al aumento de la demanda de las empresas que dependen del comercio internacional, lo cual ha derivado en una notable alza de los costos de los fletes.
• La falta de transportistas: La pandemia del coronavirus ha afectado notablemente el transporte. La escasez de transportistas a nivel global es muy alta. En toda Europa se establece un déficit de 400.000 camioneros. (Transport Intelligence)
• El alto costo de la materia prima: A mayor demanda más alto costo. La veloz recuperación de la demanda a nivel global ha derivado un alza en el precio de las materias primas,entre las más solicitadas están la madera, el caucho y el plástico.
• La escasez de chips: La escasez de semiconductores es un problema realmente serio. La falta de Chips genera limitaciones en los procesos de producción de múltiples objetos y productos, lo cual genera a su vez graves problemas a sectores tan importantes como la fabricación de automóviles.
• La superficie de almacenamiento: La alta demanda exige la necesidad de establecer prioridades en la superficie de almacenamiento. Hablamos de una buena noticia puesto que al incrementarse la demanda habrá mayor productividad pero, también exige crear mecanismos no solo de logística sino también de optimización y ampliación de espacio físico para poder tener la capacidad necesaria de almacenamiento según exigencias de la demanda.
• La dependencia del gigante asiático: Y por si les parece poco, debemos sumar la dependencia excesiva y creciente de la economía global del gigante asiático, es decir, China. Esta representa la segunda economía mundial y en estos momentos está en contracción. Así que como consecuencia todos los que dependan del abastecimiento de este país asiático, padecerán las consecuencias de esta crisis.

Posibles soluciones a esta crisis

El término más empleado en estos momentos es lograr una logística resiliente. Implica un sincero compromiso de las empresas, donde no solo se requiere el uso e implementación de nuevas tecnologías sino la preparación para afrontar cualquier tipo de situación. De esta manera las soluciones vienen dadas por la logística interna.

Esta debe prever, ser flexible y resolutiva para poder optimizar el espacio de almacenamiento con el uso de sistemas de almacenamiento automático y la implementación de un software de gestión de almacén para anticipar situaciones problemáticas y readaptar las operaciones logísticas. Es decir, tener la capacidad de anticiparse a los imprevistos de manera que se puedan prever evitar o paliar los efectos de los cambios del mercado.