Cadena de suministro: La importancia de los almacenes de materia prima

Uno de los fines de la cadena de suministro es hacer llegar los productos al cliente cuando este lo necesita y donde los necesita. Es por ello, que es importante que el almacén cuente con la materia prima que se precisa para poder producir.

La cadena de suministro es la que permite la organización logística de una empresa. De esta manera, estas pueden llevar acabo el proceso de un producto y que cumpla con el objetivo de satisfacer al cliente.

¿Quiénes integran una cadena de suministros?

Dentro de la cadena de suministro existen diferentes personajes que permiten que se desarrolle un proceso exitoso. Estos son:

1. Proveedores: quienes aportarán la materia prima para fabricar los bienes.
2. Fabricantes: quienes fabricarán los productos que se venderán.
3. Transporte: quienes se encargarán de transportar la materia prima, los productos terminados en insumos entre empresas y clientes.
4. Almacén: para acopiar la mercancía.
5. Clientes: los más importante de la cadena de suministro porque son quienes dictan las necesidades del mercado.

También se pueden tomar en cuenta la comunicación y la tecnología porque permiten que la cadena de suministro se desarrolle óptimamente.

Almacenes de MP

Los almacenes de materia prima son los que acopian los insumos necesarios para la producción o comercialización de cualquier tipo de productos. Dentro de la cadena de suministro, estos tienen 3 objetivos:

1. Preservar materiales.
2. Vigilar el stock. 
3. Controlar inventarios.

Para que esto suceda, es necesario contar con las siguientes características:

• Coordinación: entre la empresa y el centro de producción.
• Equilibrio: entre el servicio y el inventario.
• Minimización: de espacios y manipulación de productos.
• Flexibilidad: para cuando sea necesario cambiar de estrategias y optimizar procesos.

Clasificación de almacenes de MP

La materia prima es el paso número uno de la cadena de suministro. Los almacenes de materia prima se clasifican según las necesidades de las empresas y los tipos de producto.

Estos almacenes se pueden clasificar, por ejemplo, según: ubicación y material.

Ubicación

Interior

Para controlar el clima, la temperatura e iluminación del almacén. Generalmente trabajan con estanterías y por bloques para distribuir los artículos según su clase. Esto permite optimizar los espacios con los que se trabaja y favorece al mantenimiento y control de stock. Por lo que también reduce los tiempos de trabajo.

Al aire libre

Se encuentran al aire libre y su control es aquel de seguridad. Se delimitan por vallas y embalajes. Este tipo de almacenes acopian productos que, por su naturaleza, no se ven afectados por su entorno y, en general, son productos no perecederos.

Material

Bultos

Este tipo de almacenaje dentro de la cadena de suministro aumenta la accesibilidad de las cargas gracias al modo en el que están organizados. Suelen apilarse las unidades en filas y bloques para crear pasillos entre ellos. Se utiliza sobre todo con unidades grandes de carga o mucho stock.

Graneles

Para cuando la mercancía está suelta, tanto de productos líquidos como secos. Estos se almacenan sobre todo en barriles con ventilación forzada.

Líquidos

Este almacenaje se hace en recipientes cerrados de gran tamaño. Y para ello se tienen en cuenta las características del líquido: densidad, inflamabilidad, refrigeración… A partir de aquí, se evalúa el diseño del tanque y de qué material se hará, por ejemplo: plástico.

Gases 

• Cilindros: cuando los gases sean comprimidos en cilindros, se deben tomar en cuenta los cambios de temperatura, humedad, rayos del sol (en caso de estar al aire libre), aislamientos resistentes al calor (en caso de estar en interior).
• Válvulas: cuando los gases sean comprimidos en válvulas, estas deben estar cubiertas con protecciones. Además, deben estar en posición vertical, sobre superficies planas para evitar caídas y mantenerlas protegidas de materiales combustibles.